La muerte de un menor de 2 años, el saldo de esa violencia que aqueja a miles de familias en el país y Quintana Roo no está exento de estos casos.
Zuleika Cáceres
Indignación la que ha generado la muerte de un menor de 2 años y otro lesionado a manos de su padrastro, hechos ocurridos en Cancún, en el fraccionamiento Villas Otoch, la zona más compleja en el municipio por los altos niveles de violencia.
El alcohol, el problema de todos los males en las familias, hizo de las suyas.
Se trata de la vida de dos pequeños, uno sobrevive el otro no pudo defenderse de los golpes que le propinó quien debía protegerlo.
El crimen ocurrió durante la madrugada de este miércoles, un padrastro alcoholizado llega a su casa, golpear a toda su familia sin piedad hasta causar la muerte del más pequeño.
Aunque fue trasladado por su madre al Hospital General de Cancún “Jesús Kumate Rodríguez”, los médicos nada pudieron hacer, las contusiones recibidas por el adulto terminaron con su corta vida.
Es la realidad en la que viven muchas familias, la grave problemática que nos aqueja todos los días.
La Fiscalía General del Estado emitió un comunicado para dar conocer que han iniciado las investigaciones correspondientes de este lamentable caso.
Al responsable se le imputan dos delitos de homicidio calificado en agravió de un menor de edad; y homicidio en grado de tentativa, en contra de un segundo menor.
De acuerdo con autoridades ya hay datos para la localización del agresor que en breve estará en manos de la justicia.
Es lo menos que se puede esperar, justicia. La sociedad debe exigirla, la indiferencia no nos lleva a ningún lado. Ni este ni otros delitos deben quedar impunes.