Es un día histórico en México. La banda presidencial hoy la porta una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer que alcanza el máxima cargo del país tras 200 años de República y después de que 65 hombres, generales y civiles, la precedieran.
Entre gritos de “¡Presidenta, presidenta!” que interrumpe varias veces su discurso, Sheinbaum dedica un homenaje a las mujeres anónimas “las que lucharon por sus sueños y lo lograron, y a las que no lo lograron, a las que han tenido que callar y gritar a solas, a las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a todas, a las bisabuelas que no aprendieron a leer y a escribir porque eso no era cosa de niñas, a las madres que primero nos dieron la vida y luego todo lo demás, las hermanas, las tías, las hijas hermosas. No llego sola, llegamos todas. Hoy llegan todas ellas, que nos pensaron libres y felices”. Y concluyó: “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe, y a partir de hoy, por voluntad del pueblo, la presidenta constitucional de los Estados Unidos mexicanos. No les voy a defraudar”.


Claudia Sheinbaum promete continuidad. Es Licenciada en Física y doctora en Ingeniería Ambiental, formó parte del panel intergubernamental contra el cambio climático que en 2007 obtuvo el premio Nobel de la Paz. Nieta de europeos de origen judío e hija de científicos y académicos como ella, tiene a su espalda una larga trayectoria política que comenzó en la lucha estudiantil mexicana.
A la toma de posesión asistieron representantes de 105 países y 23 organizaciones internacionales.