Cuba enfrenta desde el viernes un gran apagón que ha dejado a prácticamente toda su población -unos 10 millones de personas- sin electricidad y, como consecuencia, muchos otros problemas derivados de la de energía.
El viernes, la principal planta energética de la isla falló y toda la isla se quedó sin electricidad. El suministro se restableció parcialmente el sábado, antes de volver a colapsar.
En algunos barrios de La Habana, ciudad donde viven dos millones de personas, se restableció el suministro eléctrico, pero la mayor parte de la capital del país permaneció a oscuras.
Mientras los cubanos esperan que llegue ese momento, ven cómo sus alimentos empiezan a pudrirse en sus neveras.
«No hemos tenido electricidad durante tres noches y nuestra comida se está pudriendo. Cuatro días sin electricidad es un abuso para los niños», dijo a la agencia Associated Press Mary Karla, una residente que tiene tres hijos y no quiso dar su apellido. (Con información de El País)