miércoles, 15 de octubre del 2025

Contrastes

Por Zuleika Cáceres

Cada vez es más recurrente el surgimiento de encuestas que reflejan una aprobación o desaprobación ciudadana hacia quienes gobiernan. 

Si bien son herramientas que buscan generar un impacto en la opinión pública, principalmente en tiempos electorales, habría que analizar su influencia, credibilidad y repercusión en el ánimo de la sociedad. 

Desde hace ya algunas semanas circulan números de diversas casas encuestadoras, incluso no conocidas o familiarizadas en el escenario político. 

Aunque las de “renombre” tampoco garantizan una realidad absoluta, de cara a los tiempos electorales pueden crear confusión o desinterés.

Son parte de una manipulación indirecta, en un intento por subirse a la carrera gubernamental y figurar entre los candidateables. 

¿Credibilidad? 

Depende de muchos factores, también de quién las paga.

En una realidad social, los resultados no siempre reflejan el sentir ciudadano, no faltan  las encuestas realizadas por  interés y se vuelven instrumentos políticos para crear percepciones favorables. Las llamadas encuestas “cuchareadas”,

En Quintana Roo algunas de estas encuestas colocan a unos presidentes municipales con el mayor índice de aprobación mientras que otros son menos favorecidos, según sea el caso. 

Conforme se acerquen los tiempos de cambio estaremos viendo un desfile de números, porque esto apenas empieza.

La  verdadera opinión pública se medirá en las calles y en las urnas.