ZC.- 24 junio 2024/ Hoy en día los jóvenes se enfrentan a circunstancias más complejas, la permisividad en ciertas situaciones los pone en mayor riesgo, su vida y futuro están en juego.
Es responsabilidad de los padres, pero también de las autoridades. El ingreso de menores de edad a antros y discotecas en Cancún es una realidad permanente. Los operativos que se llevan a cabo parecen no ser suficientes como tampoco las multas cuando la salud de cientos de jóvenes está expuesta, no solo al alcohol sino a la venta de otras sustancias.
Discotecas como D’Cave, Bar 27 y otros antros de la ciudad, continúan permitiendo la entrada a menores. Basta un recorrido los fines de semana para constatar la el panorama y el riesgo que representa a los chavos que acuden desde los 14, 15 y 16 años.
Y que decir de los antros disfrazados de “restaurantes” donde también se da la venta de bebidas alcohólicas a estos menores, a la vista de todos.
Muchos de estos establecimientos han sido sancionados, clausurados por incurrir en estas prácticas, pero vuelven a lo mismo. Pareciera que no es suficiente. ¿Será necesario endurecer las penas ante la reincidencia? ¿Qué se tiene que hacer para evitar que estas empresas infrinjan la ley?
Sin duda, la problemática social crece y los padres deben asumir su responsabilidad para evitar situaciones que mañana cobren la factura a cientos de jóvenes que deberían estar al margen del vicio y otras conductas que en nada abonan a su desarrollo.