lunes, 15 de diciembre del 2025

En todo acto político la forma es fondo y el informe de la senadora Anahí González fue uno de esos que no dejó buen sabor de boca al morenismo, al discurso de unidad de cara al 2027.

No había necesidad de crear un escenario de división dentro del movimiento.  Lo de ayer se interpretó, incluso, como una afrenta. El intercambio de porras entre los asistentes que, por un lado gritaban a favor del líder de las Aduanas y por el otro a favor de la gobernadora, Mara Lezama, generó tensión. 

Se trataba de un informe de actividades como el de la mayoría, pero resulta que nada ocurre sin planeación. La senadora Anahí González abrió el espacio para crear ese ambiente que no favorece a nadie. 

Todo estaba planeado y con ello estableció un marcaje, o al menos ese es el mensaje que dejó ver en un acto cuyo objetivo es y seguirá siendo un asunto electoral.

En Quintana Roo, Morena ha trabajado en unidad absoluta con la gobernadora Mara Lezama, quien ha trazado la directriz desde el primer minuto que asumió la encomienda como líder moral  y gobernadora.

Alcaldes, regidores, diputados, senadores, todos han cerrado filas con Mara Lezama que, en las encuestas, se ubica como la mejor evaluada del país.

Ha trabajado de cerca con cada uno y ha impulsado la carrera politica de otros, es y ha sido una gobernadora presente y ayer lo demostró una vez más al acompañar a la legisladora en su informe, un acto que para muchos terminó empañado por un hecho innecesario y hasta desleal.